jueves, 21 de mayo de 2009

Historia: Bernardo Cossin

Bernardo Cossin en Villa Juárez, S.L.P.

El territorio donde se encuentra asentado el municipio de Villa Juárez estuvo habitado en dos sucesivas épocas de la antigüedad prehispánicas, por grupos indígenas completamente distintos en raza, cultura y origen.

El estrato más antiguo evidentemente es el huasteco, así lo han calificado los arqueólogos según los datos que revelan las ruinas de los edificios allí existentes y las características de la cerámica ahí recogidas; este estrato cultural desaparece cuando se desploma la gran cultura huasteca en el siglo X de la era cristiana. El segundo estrato de los aborígenes que ocuparon esta región no es cultural, sino al contrario, es de regresión, pues la zona es invadida por los salvajes chichimecas que allí llegaron después; se dice que el altiplano potosino fue invadido por nómadas errantes al ser destruida Tula la gran metrópoli tolteca en 1116 d.C., a estos salvajes se les ha llamado generalmente chichimecas, este nombres es genérico y así se han denominado en común a diversas parcialidades que hablaban dialectos diferentes pero que tenían costumbres similares, ellos fueron los cuachichiles o guachichiles, negritos, pames, macolies, guamares, guascanes, samues, etc.

Los descendientes de estos salvajes fueron combatidos por los conquistadores españoles en la segunda mitad del siglo XVI en la llamada Guerra Chichimeca que término en 1590 y al ser sometidos estos aborígenes, entonces comienza la colonización de esta zona.

Los pueblos que se asentaron primero en este territorio del municipio de Villa Juárez, están presente por muchos núcleos arqueológicos.  Cuando llegaron allí los primeros frailes misioneros ya habían terminado la guerra de los Chichimecas y los Guascanes que allí había, estaban apaciguados, además ya se encontraban en estado de decadencia y ese territorio estaba prácticamente despoblado; si había pequeños grupos dispersos remontados en la sierra, pero no mostraban  agresividad.

El primer fraile que entró a esta región indómita y salvaje fue fray Bernardo Cossin, de él sabemos poco, los cronistas no hablaron de él, su vida y sus trabajos quedaron en la oscuridad y el silencio.  Fray Bernardo fue guardián del convento de San Miguel, luego fue al río Verde y su comarca; fue el primer europeo que entró en el país de los guachichiles, ninguno antes pudo haberse gloriado de haber bautizado a muchos indígenas;  a él se debe la fundación de la iglesia del pueblo ahora llamado Santa María del Río, paso después a la región de los indios macolies parcialidad chichimeca colindante con los chichimecas guascanes y allí fray Bernardo hizo otra iglesia que llamó San Lorenzo y que junto con los macolies congregó a gente del señor que decían guazcamá.

Como se deja ver por todo lo anterior, no se refieren fechas, pero todo ello es seguro que fue en algunos años después de los mediados del siglo XVI; los sitios donde anduvo Fray Bernardo y de que dieron noticia, todos ellos se encuentran aún con sus nombres primitivos en el actual municipio de Villa Juárez.

Los alzamientos indígenas continuaron en esta región para recobrar su antigua libertad, éstos se salían de las rancherías o congregaciones como a dos leguas de Los Peotillos y junto a la sierra de Guaxcama, en unos ojos de agua se habían aunado y hecho junta cierta cantidad de chichimecas, que graves daños y vejaciones causaban a los carboneros circunvecinos.

Visitó el puesto Gabriel Ortiz de Fuenmayor y averiguado el caso escarmentó a los culpados, saco de raíz a los demás y los redujo a sus poblados. Permitió a Diego Muñoz, vecino de San Luis que siguiera en aquél lugar con su gente y ganados, haciendo sementeras y labores, toda vez que de años atrás lo venían ejecutando y esto para mantener paz había sido de no poca consideración y ayuda, la concesión es del 10 de agosto de 1605.

Así mismo había otros estancieros españoles que ya estaban asentados en este territorio desde fines del siglo XVI y principios del XVII, ellos fueron: El capitán Pedro de Sifuentes que había entrado en 1597 y a los 3 años  tenía poblada una estancia cerca de la laguna llamada Laguna.

Ver: http://www.e-local.gob.mx/work/templates/enciclo/sanluispotosi/municipios/24052a.htm

En Sain el Alto, Murió martirizado:

Saín Alto fue antiguamente un poblado de indios zacatecos que empezó a poblarse por el año de 1535-40. 
Los zacatecos se hallaban en Malpaiz (sección volcánica y agreste al este de Durango, cerca de las minas de San Martín y avino), alrededor del peñón blanco y bufa de Zacatecas. Antes de la llegada de los españoles, estos indios y los chichimecas solían estar en guerra entre ellos, peleando por alimento y fronteras pero a la llegada de los españoles se aliaron para defenderse de estos . Se tienen pruebas de que por tierras sainaltenses peregrinaron tribus aztecas ya que en el siglo XIX se encontraron vestigios de asentamientos aztecas (simientes ya desaparecidos) cerca de Atotonilco, y en los alrededores de los ojos calientes, así como los encontrados a orilla de el arroyo área de Sain Alto.

Antecedentes Coloniales 
Siendo el Virrey de la nueva España Don Luis De Velasco, vio la necesidad de Colanizar el poniente y norte de Zacatecas, Francisco de Ibarra fue elegido para tal fin, por lo que se le considera el descubridor del pueblo de Sain por el mes de septiembre de 1554, recordemos que el capitán general Ginés Vaquez del Mercado pasó por Sain en los años de 1552 y 1553, pasando por la mina el chacuaco que no le gusto el yacimiento, en su estancia por estas tierras fue atacado, por una partida de indios chichimecas, guachichiles, siendo herido de muerte y murió en el pueblo del Teul a consecuencia de estas heridas en el año de 1553.

En la época de la colonia comenzó la evangelización, y desde el inicio hasta el fin de la expedición (1554) Don Francisco De Ibarra se hizo acompañar del clérigo el Lic. Juan García que se encargaba de los bautismos y demás actos de evangelización.  Al parecer el primer avance franciscano hacia el norte de Zacatecas fue encabezado por el Fray Bernardo Cossin quien remplazó a Fray Juan de San Miguel hacia 1550, como misionero del pueblo de San Miguel. El padre Cossin fue martirizado cerca de la aldea de Zacatecas de Sain, se considera el primer mártir de la Nueva Vizcaya. 
Surgen las primeras estancias alrededor del año de 1561 siendo alcalde mayor Juan Vázquez de Ulloa.

Las Grandes Haciendas 
Mencionaremos las de mayor importancia: La hacienda de San Sebastián de Sain Alto, hacienda de San Pedro de Río de Medina, hacienda de San Antonio de la Torrecilla, hacienda de Atotonilco, hacienda de Santa Mónica, hacienda Sain Bajo, Cantuna, el Sauz, la Laborcita.

Saín Alto siempre fue propiedad particular, nunca tuvo fundo legal así lo señalaron los tribunales de la Real Audiencia de Guadalajara en 1704 y 1805...

Cronología de Hechos Históricos 
 

Año
 Acontecimiento
1535
Saín Alto fue poblado de indios Zacatecoso chichimecas como ranchería
1553
Muerte del Capitán General Jiménez Vázquez del Mercado  en el pueblo del Teul, primer explorador de estas tierras.
1554
Francisco de Ibarra descubre el pueblo de Saín, considerándolo el segundo explorador de estas tierras.
1554
Fray Bernardo de Cossin franciscano de Auita Nia (Francia) es martirizado, por indios enemigos cerca de la aldea zacateca de Sain por lo que se considera el primer mártir de la Nueva Vizcaya.
1555
Se funda Sain Alto, aparece la primera Hacienda metalera para sacar plata por el benefio de ingenieros de agua de fundición, su fundador fue Juan Guerra de Ressa esta hacienda se llamó San Sebastián de Sain Alto.
1561
W. Power escribe sobre la conformación de la confederación chichimeca y describe en su crónica al caudillo indio como jefe llamado CAIN.
1561
Surgen las primeras estancias, siendo alcalde mayor de la región, el sobrino de Gines Vázquez del Mercado, Juan Vázquez de Ulloa. (Dicha región comprende San Martín, sombrerete, Chalchihuites, Albino, Santiago y Ranchos.
1569
Francisco de Ibarra promueve ante la corona sus méritos para que se le diera una pensión 

Referencia: http://www.e-local.gob.mx/work/templates/enciclo/zacatecas/municipios/32040a.htm

YOLANDA LASRA, Los Otomíes, su lengua y su historia, México, UNAM,  p. 135

Fray Juan de San Miguel y Fray Bernardo de Cossin en su relación con Hernando de Tapia y Juan Jaramillo, así como su muerte en La Gran Chichimeca.

Referencia:

http://books.google.com/books?id=9VBbzgL1k2kC&pg=PA135&lpg=PA135&dq=bernardo+cossin&source=bl&ots=6ch4kRi_yQ&sig=nkheRMdB_rR6M58539sCT6LA6CQ&hl=es&ei=3_gVSq61I9GblQetpIj0Cw&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=3#PPA145,M1DEdE

De la página oficial del Municipio de San Miguel de Allende:

Características generales del
municipio
 Allende

Antecedentes históricos

Es uno de los sitios más bellos de la provincia guanajuatense, cargado de historia y tradición. Su fundación surgió de la necesidad de proteger y resguardar a los viajeros que transitaban entre Zacatecas y la capital del entonces reino de la Nueva España transportando principalmente minerales y que eran asediados por los nómadas indígenas.

Hacia el año de 1542 a partir de una humilde capilla y villa con el nombre Itzcuinapan “lugar de perros” que el fraile Juan de San Miguel estableció un territorio habitado por indígenas dedicándole como santo patrono al Arcángel San Miguel. Aquella primitiva población tuvo severos problemas con el abastecimiento de agua, y en 1551 los guamares de las sierras de Guanajuato atacaron el pueblo de San Miguel matando a 15 personas y causando su abandono temporal.

Posteriormente, el fraile franciscano Bernardo Cossin y un cacique indígena de nombre Fernando de Tapia, edificaron en su nuevo emplazamiento la nueva misión en la parte media de las colinas, entre los manantiales del chorro y los manantiales del Batán, en dirección poniente de otros veneros conocidos siglos después como la Ciénega de Pineda. La nueva misión se encontraba en el lugar que actualmente ocupa el templo de la Santa Escuela, conocido en el siglo XVIII como
"parroquia vieja", que se hace constar en el plano de 1850 que corresponde a la relación de San Miguel, enviada a España a solicitud del rey (cuyo original se encuentra en la Biblioteca Real Academia de Historia de Madrid).

Los habitantes pues que fraile Bernardo logró reunir se establecieron en un buen número, cerca del presidio militar, el cual se localizaba en la parte oriente a la vera del camino de México a Zacatecas, dando lugar al sendero o vereda que conducía a la futura célebre Villa de San Miguel. Esta villa fue fundada sólo por españoles en San Miguel el Viejo, quienes posteriormente se retiraron a la parte alta en lo que se conoce como el barrio de la Santa Cruz Vieja. Su estructura urbana debió adaptarse a los aspectos topográficos del terreno, aunque procurando respetar una forma reticular a la manera de un tablero de ajedrez. Este aspecto a la larga le permitió crecer de una manera mesurada y armónica, que al paso de los siglos ha conservado su carácter original.

Su posición privilegiada en la ruta hacia las ciudades mineras de Guanajuato, San Luís Potosí y Zacatecas determinó su rápido desarrollo comercial y económico, el cual alcanzó un auge inusitado durante el siglo XVIII, época en que la ciudad adquirió la imagen señorial de bellas casonas, palacios y edificios religiosos que aún permanecen en pie, como mudos testigos de su glorioso pasado.

Al interior de esa atrayente imagen colonial, se alojan diversos palacios de la época verdaderamente notables. Entre los más sobresalientes se encuentran el Palacio Municipal, antiguamente la casa consistorial construida en 1736. La casa donde nació Ignacio Allende, ejemplo de la arquitectura barroca de la ciudad sobre todo en su portada, y que actualmente es el Museo Regional. La Casa del Mayorazgo de la Canal, con una bella portada neoclásica, fue concluida hacia fines del siglo XVIII por don José Mariano de la Canal y Hervas, regidor, decano y alférez real. La antigua casa solariega de don Manuel T. de la Canal, construcción de 1735 que fuera reacondicionada según un proyecto del ilustre arquitecto español don Manuel Tolsá en 1809; el edificio aloja actualmente al Instituto Allende y en él destacan la amplitud de sus patios interiores, una preciosa capilla y su extraordinaria arquería. La Casa del Inquisidor, que sirviera de residencia al comisionado del Santo Oficio y que data de 1780. La Casa del Marqués de Jaral de Berrio, construida a fines del siglo XVIII, y la de los Condes de Loja con su elegante portada.

Por lo que se refiere a la arquitectura religiosa, la ciudad también ostenta tesoros arquitectónicos de extraordinario valor, como la iglesia y convento de Santo Domingo, sobria edificación de 1737. El convento Leal de la Concepción, que en la actualidad es el Centro Cultural, es una edificación notable por sus enormes patios; fue construido en el siglo XVIII por el arquitecto Francisco Martínez Gudiño.

La capilla de la Santa Cruz del Chorro, una de las más antiguas; el templo de la Tercera Orden, que data de principios del siglo XVII. El hermoso conjunto del templo y oratorio de San Felipe Neri, de principios del siglo XVIII; la iglesia posee una exuberante portada barroca realizada en cantera rosa y con una decoración de fuerte influencia indígena. Su interior cuenta con una variada y rica decoración entre mobiliario, esculturas y pintura digna de admirarse, además de la espléndida capilla de la Santa Casa de Loreto y su Camarín de la Virgen, ambas exquisitamente decoradas y que se deben a la devoción del marqués Manuel Tomás de la Canal. Cercano al oratorio se encuentra el templo de Nuestra Señora de la Salud, construido en el siglo XVIII con su portada remetida coronada por una gran concha.

También entre los más vistosos de la ciudad, está el templo de San Francisco, del siglo XVIII, con su hermosa portada churrigueresca, y la famosa parroquia es casi un símbolo de San Miguel de Allende; aunque su construcción de estilo neogótico es más reciente, fue edificada sobre la estructura del antiguo templo del siglo XVII, respetando por entero su interior y su planta original.
Muy cerca de la ciudad se encuentra el santuario de Atotonilco, la fachada del edificio es lisa, con muros muy altos rematados por una arcada invertida, como formando un holán. Al entrar al templo el contraste es impactante: la nave principal y todas las paredes están decoradas con pinturas murales que representan infinidad de pasajes y personajes religiosos, sin guardar mucho orden y ningún espacio entre sí. Fueron hechas por un nativo del lugar, Miguel Antonio Martínez de Pocasangre, en un periodo de treinta años y utilizando únicamente la luz del día. Las facciones y el colorido de estas imágenes recuerdan las pinturas flamencas, representadas en estampas belgas, que los españoles trajeron a la Nueva España. Del interior del santuario, el 16 de septiembre de 1810, los insurgentes tomaron el estandarte de la Virgen de Guadalupe que sirvió de bandera en la lucha por la Independencia de México.
En este lugar nació, en 1769, el famoso insurgente Ignacio Allende, quien junto al padre Hidalgo, peleara afanosamente por la independencia del país.


El día 13 de septiembre de 1810, Ignacio Pérez llega a la ciudad para entregar el comunicado de la Corregidora de Querétaro, Josefa Ortiz de Domínguez, en el que informaba que la conspiración de Independencia había sido descubierta. Inmediatamente parten Juan Aldama e Ignacio Pérez hacia Dolores para comunicar lo ocurrido a Ignacio Allende y Don Miguel Hidalgo, que se encontraban en ese lugar. El día 16 de septiembre se acuartelan en San Miguel el Grande las fuerzas insurgentes, a las que se incorpora Mariano Abasolo, nombrándose a los oficiales de la tropa.
El 8 de marzo de 1826 el Congreso del Estado la convirtió en ciudad y le modificó el nombre que en lo sucesivo sería el de San Miguel de Allende, en honor al célebre insurgente.

Referencia: http://www.sanmiguelallende.gob.mx/municipio/municipio.html




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